Jesús en las Fiestas

Esta mañana estaba leyendo el capítulo 2 del evangelio de Juan donde se registran dos acontecimientos: Jesús en una boda (las bodas de Caná) y Jesús en el templo durante la Pascua. Aunque podría parecer que ambos relatos no están relacionados, una lectura atenta nos lleva en otra dirección. Una boda, un matrimonio, es una celebración, es una fiesta. La Pascua, también era una fiesta, una celebración religiosa. Les recordaba a los israelitas que el Señor los había rescatado de la esclavitud en Egipto. Pero hay más. La Pascua también les recordaba a los israelitas que el Señor había hecho de ellos su esposa (Jer. 2:2). ¿Puedes ver cómo ambos relatos están relacionados?

En las bodas de Caná Jesús realizó su primera señal (2:11). Y fue allí donde manifestó su gloria. ¿Es una boda una ocasión propicia para que Jesús muestre su gloria? ¡Claro que sí! Jesús había venido a traer un nuevo orden de cosas. De hecho más adelante leemos que Juan el Bautista dijo que él era «el amigo del novio» (Juan 3:29). Por tanto, Jesús es el glorioso Novio de su iglesia. Él ha traído una nueva realidad a su pueblo. Ellos serán suyos, y él será de ellos. Así como el matrimonio trae una nueva realidad para los contrayentes (forman una nueva familia), Jesús viene a traer una nueva realidad: Forma una familia con Su iglesia.

En el caso del templo, aunque Jesús no realizó ninguna señal, sus palabras y acciones fueron muy reveladoras. Recordemos, Jesús está allí durante la celebración de la Pascua. Juan el Bautista ya había señalado que Jesús era «el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29), por lo tanto, que el cordero esté en el templo para la Pascua es muy llamativo. ¿Quería Jesús mostrar lo que es ser liberado de la esclavitud y ser llevado verdaderamente a la comunión con Dios Padre?

Cuando Jesús vio a los vendedores de animales y a los cambistas, tuvo celo por la casa de Su Padre. El Templo era un lugar santo y Jesús mostró ira santa al ver la santidad del Templo profanada (vv. 15-17) . Vemos que hubo una reacción a la acción de Jesús. Los líderes religiosos judíos exigieron una señal que comprobara la autoridad de Jesús. Y Jesús les habló de la resurrección (eso deja claro Juan en los vv. 21-22).

Frente a estos relatos, hay al menos un par de preguntas que nos deberíamos hacer: ¿Entiendo que Jesús vino a establecer un nuevo orden de cosas? Y ¿soy profundamente consumido por la gloria de la santidad de Dios o me quedo con lo externo de la religión?

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Pastor, plantador de iglesias y profesor de teología. Me apasiona predicar las buenas nuevas de salvación en Cristo Jesús, estudiar y enseñar acerca de las bellezas de la Palabra de Dios.

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